Entrevista a Diego Da Col para el diario La Nación.

¿Por qué las nuevas metodologías de desarrollo de proyectos (ágiles) destacan tanto la experimentación?

 

Considero que existe un cambio de paradigmas en diferentes órdenes de la vida, donde la inmediatez se destaca en todo y crece la posibilidad de cuestionarse todas las cosas con el acceso a la información a través de Internet, sin tomarlas como una verdad absoluta.

Dentro de este cambio de paradigmas es que aparece el proceso de experimentación como destacado, ya no se desea esperar años de trabajo para ver a la luz algún resultado. Más cuando la mayoría de las veces estos resultados distan de lo planificado y cuando el contexto se mueve de forma exponencial a partir de los avances que se generan cada día, llegando siempre “tarde al mercado”.

El concepto de experimentar, no es un hecho aislado y es uno de los principios que promueven las metodologías ágiles, la posibilidad de cuestionarse todos los supuestos considerandolos como hipótesis (que requieren validarse con experimentos) y no pensarlas como verdades absolutas. Pero sobre todo considerar todo proceso como un aprendizaje, incorporando el concepto de fracaso como parte de las lecciones aprendidas y reconocerlo como capital valioso.

¿En qué consiste experimentar cuando uno está montando una empresa?

 

Como explicábamos antes, experimentar forma parte de un proceso metodológico, al desarrollar una nueva empresa necesitamos gestionar la incertidumbre y nos debemos plantear: Quienes serán nuestros clientes? Que problemas les resolveremos? Cuál va a ser nuestra propuesta de valor para ellos? entre muchas preguntas a resolver.

Tradicionalmente montábamos nuestra empresa y esperábamos el momento de “abrir las puertas”, para ver qué sucedía, si nuestro producto era interesante, si nuestros clientes nos compraban y cuando eso no pasaba la explicación usual es decir “el cliente no me entiende”. Hoy en día, esta posibilidad de “cuestionar nuestros supuestos”, nos permite plantear estas preguntas en forma de hipótesis a validar.

Llevándolo a un ejemplo, si quisiera instalar una guardería para niños, previamente podría desarrollar un experimento que me permita identificar que oportunidades tendría de éxito, para lo cual diseñando un folleto que explique el concepto, mostrando imágenes, las cuales transmitan nuestra propuesta diferencial, tendría mi primer prototipo.

Una vez diseñado nuestro prototipo, simplemente iremos a entrevistar a nuestros potenciales clientes. Les enseñaremos nuestro folleto explicandoles como es nuestro negocio. Es fundamental para realizar una exitosa entrevista, definir previamente la estrategia y supuesto a validar y cuál será mi expectativa de respuestas positivas para confirmar mi hipótesis.

El resultado es un análisis cualitativo de las oportunidades, no tendrá una rigurosidad estadística, pero de ese experimento, más allá de simplemente tener respuestas negativas, obtendré mucha información para nuevas hipótesis y experimentos. Esto es lo que se conoce como proceso iterativo y donde en cada ciclo de experimentación capitalizamos el aprendizaje para el próximo ciclo.


¿Me podrás contar un ejemplo en el cual experimentar haya cambiado el curso de un proyecto o permitido obtener mejores resultados?

 

En uno de los talleres intensivos que brindamos, denominado “Lean Startup Motion” tuvimos la participación de un proyecto que se encontraba en un grado de avance importante, con el desarrollo de su aplicación finalizado que estaba orientado al segmento de gastronomía.

El mismo tenía todo listo para su lanzamiento y su fundamento principal estaba puesto en simplificar la gestión del menú para los restaurantes, brindando una Tablet a modo de “menú electrónico”.

En el proceso del taller pudieron vivenciar la importancia de cuestionarse sus hipótesis y tener que validarlas mediante experimentos, por lo cual primero fueron a entrevistar a sus potenciales clientes, no solo responsables del restaurant, sino también a los mozos y a los clientes del local sobre su fundamento principal. Al regresar descubrieron que esa problemática sobre la cual habían construido una solución no existía, y no era de importancia para su cliente.

El proceso de la mayoría de los equipos y de las personas, ante estas situación, es terminar con el proyecto, o seguir insistiendo con la idea, más allá de que sus clientes les estén diciendo que no es lo que necesitan. Las metodologías ágiles no solo te permiten, cambiar la mentalidad ante esta situación, sino que te brindan herramientas, para poder enfrentar este desafió y encontrar la necesidad de tu cliente de la manera más eficiente, optimizando tiempo y dinero.

¿Es más fácil experimentar hoy que hace unos años? ¿Por qué?

 

Experimentar tiene que ver mucho con una cuestión de actitud; atreverse a cuestionarse las cosas, lo que se denomina muchas veces “pensar fuera de la caja” (Thinking outside the box). Por lo cual considero que hoy lo que sucede es que está mucho más aceptado, ya no es visto como rebeldía, sino como ser innovador o ser emprendedor y eso permite que en diferentes organizaciones se encuentren muchos más abiertos a experimentar.

Tengamos en claro que tiene mucho de sentido común e instintivo, lo realizamos en muchos órdenes de la vida, cuando degustamos una comida, cuando compramos un vehículo o cuando iniciamos una relación, porque no animarnos a hacerlo a la hora de desarrollar un proyecto?

¿Es más frecuente hoy experimentar? ¿Te pasó que te hayan pedido capacitaciones de algún ámbito impensado? ¿cuál?

 

Es real que se habla con más frecuencia acerca del tema, pero pocos son quienes realmente se animan a implementarlo, no alcanza con leer algún libro o ver un video en internet para hacerlo. Son procesos que requieren de un acompañamiento, es necesario vivenciarlos y trabajar no solo con la gestión del proyecto, sino con la organización para reconvertirla en un laboratorio de ideas y en paralelo con las personas para potenciar esta capacidad de ser curioso  y animarse a probar una manera distinta de encarar los proyectos, experimentando.

Sin dudas que la experiencia más interesante de capacitación en este sentido fue la que realizamos el año pasado con Vixerant, donde trabajamos con empleados del gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

Teníamos el desafío de trasmitir estos conceptos en un ámbito sumamente rígido y estructurado, donde uno imaginaría que estarían ajenos a experimentar. Para sorpresa el resultado fue extraordinario en las 120 hs de capacitación con 16 cursos dictados, tuvimos empleados de todas las áreas, diferentes cargos y antigüedad, quienes destacaron en un más del 60% la aplicabilidad inmediata de estas metodologías y herramientas.

¿Cuál es tu “experimento” favorito del mundo?

 

Es difícil plantear un experimento favorito, creo que hay varios interesantes y famosos como el nacimiento de Dropbox entre los emblemáticos. Pero a mí me gusta destacar  el caso de Fasal desarrollado por Intuit, el mismo está desarrollado en nuestro blog

Brevemente contado, plantea como hipótesis que un agricultor necesita un servicio en el que reciben los precios del mercado diario de sus cultivos, lo que les permite vender a un precio más alto disponible en su mercado más cercano. Donde experimentaron de diferentes maneras, por ejemplo:

En lugar de construir una aplicación completa, el equipo creó un prototipo en un pedazo de papel. Redactaron la estructura del SMS en papel normal, lo mostraron a los agricultores, y los agricultores fueron capaces de proporcionar información.

O en lugar de construir una infraestructura para enviar mensajes SMS diarios, uno de los miembros del equipo envió de SMS de forma manual a un grupo de agricultores seleccionados que aceptaron recibir alertas de precios

 

Publicada en el Diario La Nación – 16/04/2016

Categorías: Prensa